miércoles, 16 de diciembre de 2015

Maravillosa VS aterradora

Siempre lo he dicho. Todos aquellos que me conocen saben que la mente humana puede ser maravillosa. Sí, muy retorcida y complicada, con problemas, soluciones e incógnitas que hacen de nosotros lo que somos cada día.

Sí, es maravillosa. Pero también puede ser nuestro peor enemigo. Aquella que de la nada puede sacar la angustia, el miedo y la preocupación desde lo más profundo de nuestro interior.
Eso me pasó ayer a mí.

Quizá fue el estrés acumulado, la carga de trabajo, las preocupaciones diarias, los eventos por organizar o los planes que realizar. Un cúmulo inmenso de trabajo, que desencadena en mis neuronas una actividad frenética.
Ello, que sumado a ver la película 12 monos por primera vez (que no es fácil de digerir en una primera visuada) y el descontrol horario y de descanso nocturno que mantengo desde hace 2 meses aproximadamente; produjeron en mí, por primera vez en mi vida, lo que antes desconocía y que se llama PARÁLISIS DEL SUEÑO.

Era la 1,30 am cuando me acosté tras un día agotador mentalmente, tras ver la película, conseguí conciliar el sueño casi de inmediato; introduciéndome en un sueño rarísimo (como una paranoia) en la que me veía envuelta en primera persona en una serie de acontecimientos sin lógica en mi propia casa con mi familia. Era uno de esos sueños que, inmersa en él, puedes manejar un poco, y controlar que es lo que quieres hacer con el escenario que se te aparece porque estás segura de que es un sueño... y sin embargo era muy real.
Debían ser las 2:00 am cuando me desperté ante la amenaza inminente que se presentaba en el sueño y entonces... una oleada, una sensación de estímulo que no se describir, me recorrió el cuerpo desde los dedos de los pies hasta el cuello. Ante ello quise moverme pero mi cuerpo no respondía. Quise gritarle a mi madre que no podía moverme, pero no me salía la voz. Tampoco podía abrir los ojos. Solo podía respirar, cada vez más acelerada; inundándome por momentos de miedo y angustia.

Duró solo un momento, un minuto más o menos; pero la angustia fue descomunal. Nunca me había pasado y pensé que realmente estaba loca y que comenzaba a perder el juicio.
Era una sensación de desesperación tan grande, y en tan poco tiempo; que el miedo me invadió y mis nervios se desbocaron.

Buscando en google "parálisis del sueño", encontré exactamente la descripción de lo que me había pasado y me consolé un poco al ver que el 50% de la población aproximadamente, lo experimenta alguna vez en su vida. 
Yo por mi parte, creo haber cubierto el cupo y no me gustaría volverlo a sentir, porque es una de las sensaciones más horribles que he vivido.

Si os pasa alguna vez, intentad estar tranquilos (aunque es fácil decirlo pero no hacerlo). Tranquilos porque es algo transitorio y reversible. 
Desde aquí, solo quiero dar las gracias a la persona que me ayudó a encontrar "diagnóstico" de lo que me pasaba en esos momentos, cuando en mi desesperación interior acudí a ella porque sabía que estaría ahí. Gracias por tranquilizarme y darme conversación. Gracias por no hacerme sentir un bicho raro. Gracias por estar conmigo en la distancia, aún cuando estabas hasta arriba de trabajo... GRACIAS. Esta entrada te la dedico a ti.


sábado, 18 de abril de 2015

El rey de la carretera

Esta entrada va dedicada a ti, sí sí, a ti: ese que va con el coche a 150 km/h, o aquel que adelanta por la derecha y vuelve a la izquierda cruzando el carril central, o también a ti que buscas en tu diversión MI RUINA.

Estos coches que se comercializan de última generación, cada vez más confortables y modernos; son fantásticos. Y esto no lo digo con segundas, lo digo de verdad. Parece que vas en una nube, vas tan cómodo en ellos que no eres consciente de la velocidad que puedes llegar a alcanzar, porque circulan suavemente como acariciando el asfalto.
Sin embargo, es ese exceso de confianza que manifiestas sumado a tu orgullo más material que es tu coche tan nuevo y maravilloso (al que quieres como a tu pareja, tus hijos o directamente los sustituye) el que te hace creer que puedes seguir tus propias normas en contraposición de las ya establecidas; y hacer lo que te de la gana, olvidándote de los demás vehículos y circulando como si estuvieras solo en una carretera desierta tras un apocalipsis zombie.

Te crees el rey de la carretera y los demás (leales súbditos que quieren proteger sus vidas) debemos someternos a tus criterios, tus movimientos y tu más absoluta supremacía.

¿Pero quién te has creído que eres? ¿Eres tú acaso quién debe decidir si los demás debemos vivir (y en qué condiciones) o morir tras un accidente provocado por tus estúpidas actuaciones?

Mira, no seré yo quien te juzgue como persona, pero desde luego como conductor eres PÉSIMO A MIS OJOS Y COMPLETAMENTE DESPRECIABLE. Pese a que tienes un manejo excelente del vehículo y sabes controlarlo, pese a que eres capaz de cambiar de carril en una carretera convencional al límite tras un adelanto, pese a que quizá tienes los reflejos suficientes para frenar cuando vas casi besando con tu morro el culo de otro... pese a todo ello (lo cual puedo incluso poner en duda), nunca podrás controlar la situación de estrés que puedes generar en los demás y por tanto tampoco su capacidad de actuación.

Y si hay algo que detesto de ti al 100%, son tus piques injustificados y tus ganas de provocar accidentes intencionados. No es la primera vez que adelantas por la derecha y al ponerte delante del vehículo adelantado frenas de golpe (porque éste anteriormente te ha hecho disminuir tu velocidad) intentado joderle y hacer que te golpee por detrás SIMPLEMENTE PORQUE ASÍ ÉL SALDRÁ PERDIENDO POR HABER COLISIONADO POR DETRÁS y no haber respetado la distancia de seguridad... SIN PENSAR EN QUE ESE FRENAZO BRUSCO (CON GOLPE FINAL O NO) PUEDE PROVOCAR UN ACCIDENTE Y LA MUERTE O ENFERMEDAD FATAL A LA OTRA PERSONA.

Porque se que no conduces buscando la muerte, sino por mera diversión (o por llegar antes a tu destino y presumir de ello)... pero tus acciones de niñato consentido, me tocan mucho la moral. En la carretera vamos todos, los cambios de velocidad y los golpes pueden provocar graves traumatismos en los demás (en los cuales no voy a entrar porque no es el objeto de esta entrada).
Que si quieres correr: te calzas unas deportivas y te vas al parque (tu corazón y tus músculos por otra parte te lo agradecerán).
Que si quieres llegar antes a tu destino te planificas mejor y sales antes.
Que si quieres diversión automovilística te compras el GTA V y conduces a lo loco como te de la real gana.

Porque te consideras rey de la carretera, rey desharrapado, sin más reino que tu coche... y yo, solo una mísera esclava de las normas de conducción.